Aquel junio que empezó rompiendo aguas me trajo anoche una luna llena color de rosa. Si la abrazo me advierte que no me ponga sentimental, la muy redicha, con esa cara que sabe a gloria. La que era una pizca coloradita ya se pone mis camisetas. Violeta dulce de caramelo morado, Violeta que se me derrite entre los dedos, saltarina, bailarina, que me toma la delantera a mí y al mundo, con esa pinta de chula, maestra esquivadora como la madre que la parió.
que entretenido, me gusta el post :)
saludos fea
Una fregona que se le cae la babilla aqui a la clarice ;)
Besotes :)