20 de Julio 2004

Confidencias

Al fin sola

Las cosas que me contaba esa mujer me parecían de niña. Lloraba por tonterías. Fumaba. Me preguntaba si creía que la querían. Me pedía consejos que nunca he tenido. Las cosas que me contaba esa mujer eran suyas y yo no quería compartirlas, ni saberlas, ni pensarlas. Pidió otro café. Se secó las lágrimas. Encendió otro cigarro. Volvió a llorar. Pedía perdón por todo y yo no me veía al otro lado de la mesa. Yo no soy comprensiva, no sé escuchar, no quiero responsabilidades. Las cosas que me contaba esa mujer no me las tenía que estar contando a mí y yo quería que terminase el café, que me dejara escapar. No quiero ser confidente, no quiero ser amiga, no quiero compartir problemas, intimidades, y acabar haciendo una fiesta de pijamas.

Escrito por Clarice a las 20 de Julio 2004 a las 10:48 AM | TrackBack
Comentarios

Supongo que ya es suficiente aguantar las neuras de uno mismo, pero qué harías el día que necesitaras tú un confidente? Las fiestas de pijamas no son malas, aunque yo les llamo meriendas. Ni helados ni películas románticas, el masoquismo para otros! Elegir también es bueno, pero aprender a escuchar sirve de mucho. Aunque quieras irte, podrías dar una oportunidad a una persona que cree que las ha perdido todas?

Escrito por Curro a las 20 de Julio 2004 a las 11:04 AM

Los verdaderos y buenos confidentes no quieren serlo...hay gente que no busca confidentes, busca confesores...hay quien solo busca alguien a quien echar encima sus trastos con la mala idea de pensar que asi podrán librarse de ellos...:) En fin...cAdA unO con su cAdAunAdA :)

Escrito por mOe:) a las 20 de Julio 2004 a las 02:04 PM
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