Hoy la lluvia y la noche (larga y fibrosa) se han dado la mano. Amanece. El cuerpo pide café y el alma pica como punta de lápiz afilada. Cuando la sábana estorba y la desnudez incomoda no hay forma de esconderse de los números rojos que gritan en el despertador. Ni bálsamos ni sedantes mejoran la compostura. Lo sabes de memoria. Cuando entra la zozobra no hay guarida. Sólo esas ganas locas de salir corriendo hacia la gran bocanada de aire fresco, el mordisco de vida que se lleve esta suerte de zanja que se abre de lado a lado. A lo mejor si tuviese las manos más quietecitas...
Escrito por Clarice a las 19 de Agosto 2004 a las 11:01 AM | TrackBack...no hay que escaparse de la zozobra, dejarse naufragar en un mar de sábanas revueltas y capear el temporal tropical perdiendo la compostura y lo que haga falta, dejando que las manos vuelen como velas llevadas por el viento caliente...llenando las zanjas de puro exceso...bebiendo todo el viento cálido queda el aire quieto, fresco y en calma y en mitad de la noche refresca y se ven las estrellas.
Escrito por mOe:) a las 19 de Agosto 2004 a las 12:10 PMYa, que te crees tú eso.
Escrito por soloclarice a las 19 de Agosto 2004 a las 12:13 PMUna vez me dijiste...no, no es justo empezar así.
Y si no tenemos que estar perfectos cada día? Y si nos damos un margen de error y de disfrute del dolor? Negarse el placer masoquista es serlo más aún. Si las ojeras te dan la vuelta a la cara y si las ganas te las tomas con el zumo, adelante.
Afortunadamente no todos los dias se despierta uno de la misma manera...venga...arrriba!!!