Antes de que les dieran el nóbel a estos dos, ya sabíamos de la importancia de los olores, de lo que rememoran, de lo que cada cual guarda en su particular tarro de las esencias. Muchos de mis olores vivían en la niñez y siguen ahí guardados, en alguno de esos genes encargados de rodearlos de imágenes y sensaciones.
El olor a cartera, forro de libros, goma de borrar de nata, tinta china, ceras blandas, pasillo de colegio... El olor a tienda de ultramarinos, carne de membrillo, bacalao, chocolate... El olor de la cocina del restaurante de mis padres, que se ha quedado dentro de mi madre para siempre... El chicle bazoka, el ambientador del cine en la sesión de las cuatro y media... El olor a plástico vivo de las muñecas nuevas, los vestidos de la Nancy, los cuentos... El caramelo tostado, las friegas de alcohol para la fiebre, el jarabe de fresa para la tos...
Esos son los más tiernos, los que mejor se aspiran, los que rellenan huecos... Después los hay más ásperos, agrestes, apasionados, pasajeros, profundos, de los que marcan, de los que se olvidan, de hospitales, de sueños, discotecas, libros, de casas nuevas, de viajes, de hombres, de mujeres, de coches, carreteras, sábanas, mares, pueblos, olvidos, desengaños, nacimientos y muertes.
Ahora retengo el olor de mi casa y el de los que la habitan, el del otro lado de mi cama y también el del césped recién cortado, la lavanda, algunos vinos y según qué besos.
Vaya Catálogo :) Tiene Narices :) Besotes :)
Escrito por mOe:) a las 5 de Octubre 2004 a las 12:30 PMMe encantó saber ayer que las investigaciones de los dos laureados siguen esos derroteros. Un sentido tan delicioso como injustamente olvidado.
Escrito por Bo Peep a las 5 de Octubre 2004 a las 01:17 PMY no hay que olvidar que algunos tienen que tener la pituitaria destruida, porque será genético y todo lo que tu quieras, pero el desodorante sigue siendo ese gran desconocido para algun@s.
Escrito por Grache a las 6 de Octubre 2004 a las 09:16 AMla bata de mi madre colgada tras la puerta del cuarto de baño
Escrito por Esstupenda a las 6 de Octubre 2004 a las 09:24 AMGrache, seguro que andan encantados en su propia salsa, no les importa el qué dirán, jeje.
A qué olía Ess, a madre, a mimitos??
Besos
El olor a membrillos maduros escondidos entre los jerseys gruesos de lana que mi abuela metía en los cajones de los armarios del cortijo...O el olor a despedida y corazón encogido de los andenes en todas las estaciones de tren.
Escrito por Netta a las 6 de Octubre 2004 a las 11:17 AMLos membrillos, Netta, qué delicia... Los andenes de corazón encogido no los había olido hasta hace muy poco.
Escrito por soloclarice a las 6 de Octubre 2004 a las 11:21 AMolía a ella que olía muy bien, fresco y tierno, distante y cercana, es el olor de madre, creo que es único para todos los mamíferos.
Escrito por Esstupenda a las 6 de Octubre 2004 a las 11:22 AMAquí en Oviedo, dl del Paseo de los Álamos, que tiene una churrería al fondo, y que no huele a álamos: huele a churros.
Aunque no sé lo que pensará la churrera. Seguro que ella prefiere otras cosas.
Escrito por g. a las 6 de Octubre 2004 a las 03:55 PM