Esta descripción tiene, sin duda, un marco de intenciones. Al fin y al cabo es un punto de vista. Un ejercicio escolar.
Sólo comentaré algunos rasgos. Si podéis haceros una idea, bien, si no, es igual, tampoco vamos a resolver mucho con esto.
Puedo hablar de su mano, la veo agitarse, a contraluz, diciendo adiós como los niños, yéndose.
Puedo hablar de sus ojos, como alternativas, te quedas con uno o con otro, el que me mira, el que no. Me quedé con el que no. Al final.
Puedo hablar de la línea que baja de su ombligo. La quise recorrer y él la borró como se borran las huellas de un delito.
Puedo hablar de su hombro, redondo, donde buscaba un sitio, un acomodo. Allí me clavé un hueso astillado que me hizo herida.
Puedo hablar de su pelo. De la parte de atrás de su cabeza. Al alejarse.
¿ en qué escuela ponen estos ejercicios?? Será un colegio de pago, de esos buenos y bilingües, porque hasta las despedidas tuyas tienen un regusto de vainilla chocolate naranja, perfumados de palabras y con esencia de arroz con leche al consuelo espiritual. Cocinillas, que eres una cocinillas :)
Escrito por mOe:) a las 25 de Enero 2005 a las 01:00 PMy su voz? a mi me duelen mucho las palabras, más que la nuca (q también) o q sus manos, o q su recuerdo... bueno no, más q su recuerdo no, para qué nos vamos a engañar.
Muchos cariños mimosssosss :*****
Escrito por Aliena a las 25 de Enero 2005 a las 10:21 PMestamos arreglaos
Escrito por quintogato a las 26 de Enero 2005 a las 07:38 PMRecuerdo ese ejercicio en el colegio:
"DESCRIBE A UN HOMBRE QUE SE EQUIVOCA"
Escrito por El hombre infinito a las 27 de Enero 2005 a las 09:17 AM