Anda, pide un deseo a las hadas, y dice la niña: deseo que haya hadas. Retórica hechicera, deseo desear deseos, que la magia sea mágica. La niña se acerca a la hoguera buscando duendes y sale chamuscada. El chico cruza la autopista para demostrar su amor a la chica y muere en el intento, muere de amor y de ignorancia en la noche mágica en la que ya no tuvo ni un deseo más.
...me has dejado para toda la tarde los ojos llenos de hadas, duendes, fuego y hechiceras...casi mejor que no cruce ninguna calle más porque no veo un cristo...:)
Escrito por mOe:) a las 24 de Junio 2004 a las 02:21 PM
Vaya...y ahora que hago con mis deseos??