Esta foto es amabilidad de nettachita y le viene al pelo a este post. Gracias.
Es que, a veces, parece que no haya nada más que esta ciudad. Puede no ser tan malo. Es tan sólo un problema de aparcamiento, de encontrar un lugar en el que estacionar los trastos. Aceptando una mala combinación de colores. Fachadas mates. Pájaros amaestrados. Asambleas de sombras en los parques marrones. Descolorida la ropa tendida en los balcones. Pero, a ratos, el cielo también en la ciudad tiene colores rosas y nubes y brochazos graciosos. Aunque soy una hierba sin raíces, puedo sentirme un jueves acunada por esta deficiente colección de bares y centros comerciales. No me importa volverme proyección por estas galerías, entre un montón de piedras esparcidas sin planificación alguna. Ladrillo entre ladrillos. Ver estos árboles inútiles de lenta digestión con complacencia, como si me asomasen a otros bosques. Como si yo también formase parte de este suburbano desapacible y grato.
Escrito por Clarice a las 23 de Septiembre 2004 a las 12:30 PM | TrackBackParece como si una extraña alineación planetaria hubiera ocurrido esta semana. Anduve fotografiando los desoladores paisajes que algún cantautor describió en su día desde la terraza de mi casa, logrando alguna que otra instantánea que creo ilustraría este maravilloso post. Sobre todo por la conjugación de lo más tierno con lo más cruel de nuestras azoteas.
Escrito por Netta a las 23 de Septiembre 2004 a las 01:23 PM