12 de Enero 2005

Gallinas

Me gustan los cuentos de gallinas de Clarice Lispector. Le otorgan al ave una identidad poco común. Dan consistencia al animal, lo llenan de alma, de futuro. La gallina es amada u odiada, admirada, olvidada. La Lispector indaga en su soledad, en sus carencias, sus sueños de gallina, sus aires de grandeza, la importancia del huevo, la trascendencia.
Me gusta cómo mira a la gallina. Así quisiera yo mirar el mundo, separando las plumas, entreabriendo los labios, saboreando. Con el valor necesario para no retirarme cuando todo me escueza. Vivir sabiendo que todo puede ocurrir a mi alrededor.
Como el mundo, el huevo es obvio, dice.
Tanta obviedad me vuelve a veces ciega. Abre los ojos, niña, retírate un par de pasos para verlo más claro. El huevo es el alma de la gallina. Tener un cascarón es darse. Estar libre de la comprensión que hiere. Quien ve más que la superficie está deseando algo: tiene hambre.
No obstante, y a pesar de haber dotado de alma al ave tonta, la Lispector sabe que ningún amor dura para siempre: “Hasta que un día la mataron, la comieron, y pasaron los años”.
¿Quién buscaba un final feliz?

Escrito por Clarice a las 12 de Enero 2005 a las 05:48 PM | TrackBack
Comentarios

A las gallinas se las mata cuando ya son muy
viejas y dejan de poner huevos. Y eso sí aunque su carne es muy dura el caldo es de una exquisitez que enmudece. Así que bien mirado tampoco es un final muy triste. De todos los animales de corral son los más afortunados y de los pocos que completan su ciclo vital.
(Cómo se nota que me he criado durante quince años rodeada de estos animalitos, eh?)
Besos.

Escrito por Bo Peep a las 12 de Enero 2005 a las 08:20 PM

¿Y quién dice que el final no es feliz?

(por cierto, que preocupado de pronto por el enigma del cuatro de octubre he visto que estuviste pensando en Roma, en gente que insiste, en sentimientos que importan... es decir, que lo viviste de veras, así que olvida tus miedos de ausencia. Ese día te raptaron las alas del sueño, y es hermoso, si lo piensas, que lo refleje la blancura de la agenda, donde suele apuntarse tanto gris, tanto teléfono necesario y sin embargo anodino, tanto ruido, tan poca realidad merecedora de ese nombre. Ese día fuiste un poco menos función y un poco más persona, fuen un día feliz, como la gallina).

Escrito por el hombre infinito a las 12 de Enero 2005 a las 08:47 PM

...pues a mi ni con la Lispector dejan de darme mal rollo la gallina, pero yo no sé si a la misma Clarice le dan demasiado bueno, como la cucaracha, pero dentro de eso, esta última tiene ventajas innegables, su sUpErvivEnciA frente a las catástrofes nucleares, por ejemplo :), dentro de todo tiene su punto ;)
Lo del huevo en cambio da mucho más juego, y encima no mira asi...

Escrito por mOe:) a las 12 de Enero 2005 a las 10:07 PM
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