17 de Enero 2005

Trampolín

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Tendría entonces unos ocho años. Estaba aprendiendo a nadar y un día me llevaron a una piscina al norte de Madrid. El sitio me pareció inmenso y la piscina, el mar. Pero mis ojos se dirigieron de inmediato hacia un altísimo trampolín y, antes de que me diera cuenta, estaba subiendo las escaleras sin mirar hacia abajo. Nunca había sentido miedo. Tampoco entonces. Cuando llegué al borde y descubrí el abismo bajo mis pies me eché a temblar. Miré hacia atrás y vi a otros nadadores que esperaban su turno para saltar. Sólo por unos segundos pensé en darme la vuelta y evitar el peligro. El corazón me palpitaba en todo el cuerpo. Aguanté la respiración, cerré los ojos, apreté los puños y me lancé al vacío. Desde entonces no he dejado de hacerlo.

Escrito por Clarice a las 17 de Enero 2005 a las 07:05 PM | TrackBack
Comentarios

...ni se te ocurra :) Ya solo te falta abrir los ojos ;) Besotes :)

Escrito por mOe:) a las 18 de Enero 2005 a las 09:16 AM
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