8 de Noviembre 2004

Quemadura

Se ve que estaba cocinando a fuego lento, que lo dejó ahí, sobre el fogón, al chup chup, largo tiempo. A ratos, de modo imperceptible, añadió vasitos de agua fría, que calmaran cualquier intento de inflamado estallido. Manteniéndose a prudente distancia, seguro que olvidaba el tibio aroma. A raya el instinto desordenado. Y ahí se quedó mucho tiempo. Como si no estuviera. Sin textura ni esencia.
Un día. Como llegan a veces las cosas. Pasa por la cocina. El puchero da un vuelco, pequeñito. No es nada, se aconseja. Otro vibrar. Un ligero perfume. Sólo un poco, se dice. Sólo un poco. Un mínimo azuzar la lumbre. Tampoco habrá para tanto.
Y sí. Y es para todo. Y empieza el bullir. Y ya no para. Se desmanda por descuido. Burbujas alocadas, imprecisas, sin ninguna cautela. Hervir. Corazón escaldado. Quemadura. Extravío.

Escrito por Clarice a las 8 de Noviembre 2004 a las 09:53 AM | TrackBack
Comentarios

Es lo que tiene la thermomix, limpia, fácil, segura...para el ama de casa moderna... Es lo que tiene el telepizza, a domicilio, a escoger, con ofertas y ni siquiera manchas platos...Es lo que tiene salir a cenar fuera, te sirven, eliges el vino blanco, el postre, la orientación de la mesa frente a la ventana y te sirve de excusa para arreglarte y ponerte guapa...no es lo mismo, pero relaja :)

Escrito por mOe:) a las 8 de Noviembre 2004 a las 10:19 AM

Entonces, nos vamos olvidando de la cocina tradicional, no?

Escrito por soloclarice a las 8 de Noviembre 2004 a las 10:27 AM

Cuando era pequeño, tierno infante, mi primo Sebastián tuvo la idea de "probar" in situ la dulzura del caramelo hecho a base de azúcar fundido, agua y unas gotitas de limón. De aquella aventura le quedaron a Sebas unas espectaculares quemaduras en los dedos y un peculiar saludo estilo pantocrátor. Nunca ha vuelto a chuparse los dedos el pobre.

Escrito por Netta a las 8 de Noviembre 2004 a las 01:36 PM
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